Desde que nacemos todos los que nos rodean nos quieren planificar nuestra vida. Enseguida se nos marcan objetivos que debemos cumplir y dependiendo si llegamos (y cómo) a los más sencillos, nos siguen dando más. Y ante esa situación nos encontramos con dos tipos de personas: las que siguen planteando objetivos muy altos (o muy bajos) independientemente de los éxitos/fracasos anteriores, porque realmente los objetivos son los suyos. Y por otro lado están quienes ante el primer resultado se orientan hacia ese lado, haciendo que con 6 años hayan creado a un futuro fracaso, presidente, drogadicto, etc. (o por lo menos lo tratan con si así fuera). Pocas personas deciden preguntar y dialogar con el niño durante su crecimiento para que su opinión sea importante en su propia vida.
Y qué pasa? Pues que en el primer grupo nos encontramos con unos futuros frustrados, exceptuando a la minoría que se adapta bien con los objetivos estereotipados, y en el segundo grupo a unos seres infla o supravalorados en la mayoría de los casos y que se sienten dentro de una espiral en la que con el tiempo terminan cediendo sus pretensiones ante aquello. Del tercer grupo, como los billetes de 500 Alguien les ha visto?
Pero siempre hay gente que lucha al verse inmersos en un lugar que no les corresponde, y va abriendo sitio entre la hostilidad de un ambiente que se enfrenta a ellos por ser quienes quieren ser. No muchas personas tienen esa capacidad, y yo, aunque no me gusta vanagloriarme creo que la falsa humildad es hipocresía, soy uno de ellos. Puedo asumir esa cualidad a estar forzado, a tener un espíritu en el que las normas solo sirven cuando se adecuan a un sistema de valores que he ido construyendo durante años y que la vida me enseña a decorarlo. Es duro, pero una de las mayores alegrías que tuve en mi vida fue el descubrir que no estaba solo, que había personas que defendían vivir su vida a su estilo, con sus incoherencias y sus aciertos, pero SUS al fin y al cabo. Hoy hago un llamamiento para que todos los espíritus libres sonrían y se sientan felices consigo mismo, porque han hecho su vida, y porque deben estar orgullosos.
SALUD
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