sábado, 27 de noviembre de 2010

Porque no hay que prohibirse sufrir por amor


Extracto de la obra teatral: Perro muerto en tintorería
Autora: Angélica Liddell

El día en que los hombres y las mujeres se prohíban a sí mismos sufrir por amor,
ese día no querré pertenecer a lo humano,
porque ese día se fusilará más,
se firmarán más penas de muerte,
morirá más gente de hambre y de sed,
ese día ya no podrá hacerse la revolución,
porque hay que decir «te querré siempre»
para hacer la revolución.
Pero el día en que los hombres y las mujeres se prohíban a sí mismos sufrir por
amor,
ese día sólo se matará.
Porque los tibios,
cargados de bostezos y de egoísmo,
sólo desean salvarse a sí mismos
y parirán crueldad y viento.
Te pegarán un tiro por ver películas de Pasolini,
de Godard,
de Fassbinder,
de Bresson,
de Antonioni,
de Bergman,
de Guédiguian,
de Cassavetes,
de Kieslowsky,
de Won Karwai.
Te pegarán un tiro
y bostezarán mientras les hablas de un sueño.
Bostezarán.
Ojalá fueras frío o caliente,
mas porque eres tibio,
y no eres caliente ni frío,
estoy aquí para vomitarte de mi boca,
dice el Apocalipsis.
Me quedo con los que hicieron política hablando del amor.
El que tenga oídos, oiga.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Progress de Take That- canción a canción


Que Take That hayan vuelto no es ninguna novedad, pues hace unos años ya nos soprendieron con su comebak con el albun titulado Beautiful World, al que siguió Circus. Si bien, estos álbunes de pop fácil e incluso melancólico a rato rompían un poco con aquellas canciones para adolescentes, en su nuevo disco con la incorporación de Robbie Willians, retoman un sonido completamente diferente, en el que la influencia de Robbie se hace notar, cómo. Veamos canción por canción y luego valoramos:


1- The Flood: El primer single del grupo, que bien podría haberse incorporado en el último disco de Robbie Willians Reallity killed the video star o incluso Intensive care, en el cual no habría desentonado. Lo más característico es un estribillo corto y pegadizo que rompe con una canción que parece que va ser más lenta. Comienzo más que interesante a un sonido cercano al dance-pop


2- S.O.S.: Un estribillo que vuelve loco a cualquiera, cambios de ritmo si parar y una música estridente. Un acierto de canción de principio a fin porque es lo último que uno se espera en un disco de Take That y, aunque sea por variar, uno quiere sorpresas. En una discoteca podría funcionar y el directo, bien hecho, de esta canción puede ser apoteósico.


3.- Wait: Parece que tocaba la balada, pero no, a los treinta segundos se convierte en un medio tiempo escapado del rydebox. Un estribillo, que a pesar de tardar un poco de arrancar, funciona, destaca en una canción que, a estas alturas del disco, nos dicen que las ajadas imágenes de los 90 se quedarán allí para siempre. No es la mejor canción, más bien irregular, pero se agradece.


4.- Kidz: Un poco irregular, sí, demasiada cercana los 90 pero no en el estilo que tenían ellos, sino en un sonido más industrial y sucio, con exceso de autotone. El estribillo salva la canción, a nivel musical, porque las letras, otra novedad, se salvan ellas solas.


5.- Pretty Things: Me declare fan de esta canción, tiene algo de perverso con esas voces suaves y ese título, que parece inocente, pero que esconde algo… Un medio tiempo agradable, una cara B amable y una lección para quien cree el rey/o reina de la reinvención.


6.- Happy now: Esta canción sí parece haberse escapada de Rudebox encajando en mitad del tracklist, un poco desorientada, pero a estas alturas te ha preparado para las sorpresas. El estribillo, que ya desearía Mika quedarse, devuelve la dignidad a los falsetes.


7.- Underground machine: Y seguimos con sonido industrial, con sonidos de fábricas y todo, en una canción con título incluido. Los 90 al estilo más grunge se llevan a fundir en esta canción. No es Nirvana, ni lo será, pero desde luego no es pop facilón.

8.- What do you want from me?: El ritmo con el que comenzaba el disco ha ido decayendo en medios tiempos y al llegar a este momento uno se da cuenta que el clima se ha ido relajando hasta llegar a esta canción de corte electrónico que recuerda a las mejores composiciones del último disco de Scissor Sisters


8.- Affirmation: Recuperamos el ritmo, pero no mucho, con una canción en la que las voces se hacen protagonistas, más limpias que en otras de las canciones que hemos escuchado. Cuando el disco está a punto de acabar, permite no arrepentirse de haberle dedicado tiempo.

9.- Eight letters: Si en algún momento pudieramos pensar en back for good es aquí. Esta balada final es la que más nos acerca a aquellas canciones de unos jovencitos que atraían gritos histéricos, tras un disco en el que se han empeñado en demostrarlo que no lo son.


En definitiva, se nota que Robbie ha vuelto, polémicas al margen, y ha incorporado al grupo ese sonido que ha ido puliendo en diversos discos, con mejor o peor fortuna. Un disco agradable, con momentos mejores y alguno más mediocre, pero que nos destierra aquella idea que pudiéramos tener de la banda británica. Sonidos modernos y bases bailables. Lo mismo para escuchar en una discoteca (a la espera de algunos remixes-sólo hay que ver la magia que han hecho con lo último de boyzone) o para llevar en el MP3




lunes, 22 de noviembre de 2010

Tecnopolis


Hace unos días, por casualidades de la vida y de la falta de memoria que implica el estrés ese tan mencionado por allí, acabé en el ordenador de una biblioteca pública porque me era imprescindible revisar mi correo-lo cual ya tiene miga. Pues allí estaba yo, tras coger hora y Zas, en toda la boca! Explorer. Ni asomo de Firefox, pero la segunda sorpresa fue aún peor: no se podía abrir pestañas. Ello me provocó dos cuestiones:

1) ¿A qué co**nes están esperando las instituciones públicas a ofrecer servicios actualizados a las necesidades de las personas? Viven en mundos obsoletos, que no tienen nada que ver con nuestro día a día.

2) ¿Cuándo mutamos para que esas cosas sean tan necesarias? Creo que me he perdido en ese proceso, ya que si alguien hace cinco años me comenta esto me río a su cara.

martes, 16 de noviembre de 2010

Vuelve (Kavafis)


Vuelve otra vez y tómame,

amada sensación, retorna y tomáme-


Cuando la memoria del cuerpo se despierta

y un antiguo deseo atraviesa la sangre;

cuando los labios y la piel recuerdan,

y las manos sienten que aún te tocan.



Vuelve y tómame en la noche,

cuando los labios y la piel aún recuerdan....


Konstantino Kavafis (1866-1933)



miércoles, 10 de noviembre de 2010

La resaca


Nunca, y cuando digo nunca lo digo en serio, creí llegar a ver el día en el que se aclamara con todas esas palabras y verbos a un antiguo militante de las juventudes nazis. Y es que como han cambiado los tiempos, o eso nos hacen creer.

Nos habrá costado un pastón (que ya pueden pagárselo de una ****vez los que lo quieran ver, se habrán cerrados calles y limitado a las personas derechos fundamentales por alguien que no ostenta en ningún modo el rango para merecerlo, se nos habrá insultado como desviados, herejes, y todo lo que quieran (como si su perspectiva moral nos tuviera que importar) y más de uno se le habrá secado la lengua de tanto lamer el culo a Susan Tidad.

Pero ¿qué queréis que os diga? La visita ha sido un auténtico fracaso y lo saben.

Ni los intentos de las cadenas (Antena 3¿En serio? Repito ¿En serio? ¿Dónde coño te has dejado el libro de estilo y ética profesional?) por ocultarlo han podido disimular que:

- No ha ido ni Dios, nunca mejor dicho. Cualquier evento tiene mayor repercusión que esta, y encima de buen rollo no con esa pompa

- Ha habido abucheos y pitadas a tutiplén, pese a que las cámaras no lo han querido recoger, así como concentraciones y besadas.

- El perfil medio del carcacatólico (no confundir con el católico, que aunque no comparto su visión de que existe un Dios, no interfiere en la vida de los demás) supera, y con creces, las sesenta primaveras. O si no, ¿Cómo explicarse que se mostraran siempre primeros planos de jovencitos que parecían los mismos, pusieras la cadena que pusieras y el lugar que fuera?