martes, 29 de marzo de 2011

Catarsis. Episodio IV: La venganza


Una chispa se enciende,

Haciendo que la oscuridad que rodea el todo

Se convierta en una pesadilla del pasado.

Fuerzas que hacen caminar,

Que permite que las piernas se muevan de nuevo.

Objetivos olvidados, ahora reconquistados.

El rescoldo mantuvo el calor,

Y ahora el fuego da el ardor para seguir.

Las partidas no se abandonan a mitad del juego,

Se llega hasta el final siempre a ganar.

Las derrotas siempre saben mal,

Dejan ese sabor a hiel.

Pero hay que avanzar, hay que luchar.

El viento sopla de nuevo, quizás no favorable,

Pero sí para que no estemos quietos.

La vida te puede golpear y llenarte de insensatos

Que sólo tu mal desearás,

Por eso la mejor venganza es seguir viviendo,

Seguir luchando y avanzando sin piedad,

Sin mirar atrás.

No luches contra ti mismo,

Date una tegua si hace falta,

Pero sólo un momento, el tiempo justo

Para recobrar las fuerzas que tuviste ayer

Y vengarte viviendo mejor que nunca.

lunes, 28 de marzo de 2011

Catarsis. Episodio III: La apatía


Vacios y oscuros, ojos sin miedo

Que no temen a nada en el mundo

Porque de este nada esperan ya.

Atormentándose no funciona el motor

Por lo que se deja en punto muerto,

A la deriva de las olas.

Desidia bajo el sol abrasador,

Desidia sobre la nieve helada.

No sentir es no sufrir.

No intentar es no fracasar.

Mirar al pasado es recordar y

Mirara al futuro es imaginar,

Así que lo mejor en quedarse en el presente

Y no sentir más que el temple.

De la risa pasas al llanto

Y del amor se pasa al odio.

Pero cuando la apatía reina nada,

Te puede perturbar.

No lloraras abandonado a tu suerte herido,

No sufrirás por no sentirte parte del mundo,

No perderás más cuanto te sientas sólo.

Aunque tampoco:

Reirás cuando te sientas querido,

Gozarás cuando te sientes dentro del todo

No ganarás porque siempre estarás solo

domingo, 27 de marzo de 2011

Catarsis. Episodio II: El hundimiento


Abajo, más abajo.

El suelo no existe a mis pies;

Es sólo una quimera, un sueño,

Sueño frustrado de poder caer y terminar,

Un golpe seco y un final,

Y acabar con el vértigo de una caída sin fin,

Con las sensaciones de que existe un final

Que jamás aparecerá.

La caída primero es suave, aceptable,

Tolerada por percibirla evitable,

Pero el vuelvo se da por sorpresa, y uno cae,

Entonces, cada vez más rápido,

El paisaje se torna confuso,

Mientras uno va hacia abajo en su interior.

Ya nada importa, sólo agarrarse a clavos ardiendo.

Pero sin otra solución las manos se quemas

Y ni los clavos aguantan la presión.

Entonces comienza la caída sin final,

El proceso, ahora inevitable.

Desidia o mala suerte,

Ahora, ya da igual.

Hundirse es un proceso sin retorno,

Un espacio al que no hay que llegar,

Un túnel sin luz para alumbrar,

Un esperanza menos por la que luchar.

viernes, 25 de marzo de 2011

Catarsis. Episodio I: La tortura


Pánico en las esquinas,

Agobio, sufrimiento.

Ganas de ser nada más que lo que no se es.

Sueños de inmortalidad rebatados en la flor de la vida,

Muerte en los escenarios con cuchillos de atrezo.

Dolor, duelo y dolo.

Sufrimiento, arrepentimiento e intención.

Tridente de la desesperación, de lo inevitable

Que se pone andar sin permiso,

Atormentando presentes,

Revolviendo pasados

Y negando futuros.

Maquinas de hacer el mal desde la inocencia

De sólo saber fabricar dolor sin saber lo que es.

Malas conciencias, malos pensamientos y malos augurios.

Segundo tridente que atraviesa el costillar

De la inocencia desaparecida y de la sabiduría ignorante.

Bajar a los infiernos será una bendición,

Algo que me aleje de la nulidad del purgatorio,

Donde las almas son vacías,

Las ilusiones se ausentan

Y los sentimientos se persiguen.

Huir de donde todo está dicho,

Para que nadie pueda sentir nada.

Acabar con la tortura de la nulidad.