domingo, 22 de marzo de 2009

Que se jodan



Si es que no paran. Hay momentos en los que uno no sabe como luchar porque los frentes son demasiados. la homofobia parece ser algo demasiado integrado en las obsesiones de unos cuantos que aprovechan cualquier excusa para atacarnos. La última viene de una de esas cofradías que defienden el derecho a humillar y torturar un animal hasta la muerte e indignarse porque n¡los demás no lo llamemos arte. Pues ahora el ayuntamiento de Dos Hermanas ha retirado las ayudas públicas a ese evento, han visto que las ventas de entrada de sus "fieles" no dan para mantenerlo (algunos que yo me sé deben ver en esto su futuro) se han quejado y añadido que lo que se debe retirar de los fondos municipales son las ayudas a las manifestaciones del orgullo, diciendo que no son propias. Esto me confirma muchas cosas.
Pues que se jodan, porque en cualquier mentalidad democrática no cabe entender que se dé dinero a alguien por maltratar a otro y se exija que ese dinero se quite a quienes defienden los derechos de parte de la población. Que se jodan, se queden sin su salvaje actuación que depende para subsistir de dinero público nos dan ya un buen argumento con el que luchar.

Que se jodan.

1 comentario:

Yosu dijo...

Sobre el tema del rito y la fiesta hay cantidad de literatura en tono antropológico que merecería consultarse de vez n cuando.
Aún así, independientemente de consideraciones más sesudas lo que llama la atención es lo obvio del asunto: como me quitan a mí la subvención me busco beneficiarios del dinero público para atacar su catagoría y su mérito para merecer ese dinero.
Sin más.
Si además el elemento criticado tiene componentes "modernos" u "homo" el camino está allanado: ¡donde estén los toros o la Semana Santa que se quite el mariconeo!.
Imagino que en el pueblo mismo estarán algunos expresándose en esos términos o parecidos; pero al final todo se reduce a un "ataque de cuernos" (nunca mejor dicho) por la subvención que vuela.
La parte reivindicativa de la igualdad y la justicia social se deja para otro día...
Qué pena de país.