viernes, 20 de junio de 2008

Secondary row in the front



El domingo vi una de esas películas que uno ve por la propia inercia de ser domingo noche, no tener mando a distancia, y por la sensación de que la cadena pública no puede programar algo tan malo; lo sé, a veces peco de ingenuo o vago, lo que prefiráis. La película en cuestión trataba de la típica animadora que una mañana despertaba convertida en un hombre mientras que su cuerpo (en la mente del hombre que le presta a ella el cuerpo) decide aprovechar el físico para seguir con sus fechorías –y es que este señor le gustaba lo ajeno. Pero además de los tópicos, que había tantos como se esperaba, y algún chiste homófobo, por desgracia, el plantel de secundarios era de los mejorcito:

- La amiga de la prota: la típica chica adolescente que se acaba de enamorar de su amiga ahora transformada en hombre, y empeñada en que le enseñe la polla. Una chica con recursos, que se ve sometida a tener un novio idiota, pero cuyas infidelidades no le importan porque es autónoma y suficiente (un rol poco empleado)

- Las demás amigas: Aunque tienen tópicos estos se desvanecen entre sus personalidades: la chica gordita y científica que acaba liada con un universitario, la chica medio coreana medio negra (y un cuarto de judía) a la que la madre, la coreana, no para de humillar en cualquier momento, con coche tuneado incluido, la amiga bruja y la pelirroja. Un auténtico plantel, vamos.

- El padre de la chica: que actúa como un baboso hablando de sexo ante el nuevo jardinero (sin saber que es su hija) pero que realmente oculta una terrible frustración por no saber cómo volver a poner a su mujer a cien

- La madre de la chica: la señora ama de casa perfecta que en realidad está tan salida que casi se tira al jardinero en la mesa de la casa (recordemos quien era este personaje)

- El hermano de la chica: ni diez años y un gusto por los pintalabios y tacones caros. Impagable la frase del padre al final, (venga, tendrás que aprender a correr con tacones si es lo que quieres llevar)

Por lo demás, un argumento sin demasiados giros, algún personaje más que merece algo de interés. En definitiva, sin estos personajes secundarios un malgasto de celuloide. Pero como se dice, una rosa es capaz de parecer más bella rodeada de estiércol.

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