¿Quién no ha visto la última bochornosa aparición del antiguo presidente? Y digo la última para diferenciarla del resto de bochornosas apariciones patéticas que ha llevado a cabo desde que dejó de ser presidente (las que hizo mientras lo era las cuenta aparte, no es que no las hiciera). A lo que vamos, viendo su gesticulación y su pronunciación, y, sobre todo, conociendo los antecedentes del tejano loco, me viene una duda a la cabeza, y es que si la famosa foto de las azores no era una excusa para cubrir una reunión de Alcohólicos Anónimos? Y ya siento bromear sobre dos temas tan serios; el alcoholismo y la masacre irakí. Pero es que cada vez que este señor suelyta una parida de esas hasta yo pierdo el norte y me pregunto si en la farmacia me han mezclado los termagiles con LSD porque en un mundo sin psicotrópicos eso no encaja.
Claro, que lo que es sorprender tampoco me sorprende, porque su brillante trayectoria en la política nunca ha estado alejada de enromes meteduras de pata y de delirantes momentos tipo Mr.Bean, agradables cuando uno quiere reirse, preocupante cuando está viendo el debate sobre el estado de la nación.
Y que ese tipo, ese ser patético, haya vetado en más de una ocasión las leyes que nos beneficiaban y ahora las quiera prohibir junto a sus seguidores. Mirad, el mismo se desacredita.
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