viernes, 8 de septiembre de 2006

La nueva ola

El verano por fin se termina. Empieza la rutina, la vuelta al cole, que para las grandes marcas es tan importante como la vuelta a casa del turrón navideño. Las hojas comienzan a adoptar tonos marrones, los calores dejan paso a las chaquetas de entretiempo y tendremos que volver a imaginarnos los pies de las personas que pasean por la calle. El otoño es tiempo de reflexión y de introspección. Peligroso precedente para aquellos que nunca lo han hecho o que sienten que tienen mucho negativo que sacar adelante.

Para mí este otoño será diferente, el cambio que doy es radical. Por fin dejo de dar tumbos para comprender que puedo ir asentando mi vida, que aquellas cosas de las que una vez renegué acaban de reaparecer brillantes y radiantes para quedarse allí. Evidentemente no significa que mi acidez y mi cinismo se reduzcan, pero sí que a partir de ahora muchas cosas que desconocía cobrarán significado.

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