Estos días estamos viviendo una reorganización el sector más ultra de la iglesia católica que, si bien no estaba extinto, estaba oculto en sus cavernas deseando que el avanece democrático al que se diriía el país no fuera más que una utopía que nunca iba a terminar de asentarse. Y mientras vamos a ello, con los avances, y retrocesos,(¿Por qué no decirlo?) se les ha agotado la paciencia. O eso, o estaban hartos de llevar máscaras y no poder tomar el sol como los demás. Pero están a la que saltan.
L a última, de momento, es la que tiene que ver con la guía de educación sexual que se está trabajando en Extremadura. Sobre la opinión os dejo con la de Escolar, que les pone en su sitio, aunque ellos siguen sin dejarse. Mi reflexión va un poco más allá, y es que en esta guía, además de la famosa masturbación y su polémica (aquí todo lo que no sea pederastia es pecado) se trabajaba la orientación sexual, promoviendo que, ante la duda, se pruebe.
No, no voy a entrar a valorar este hecho, hoy no me apetece, pero si quiero sacar una reflexión de la opinión de un sexólogo (del bando progre) sobre el tema y es que eso de probar puede traer problemas, sobre todo si la experiencia no es buena. Insisto, no voy a hablar sobre eso, sino sobre la gracia (maldita ella) que me hizo la reflexión del tío… ya estamos, como siempre demonizando lo marika y bollo que te puede traer problemas. Y porque ha de probarse lo hetero, es decir, esa persona si tiene dudas que no pruebe lo gay, pero no dice lo mismo con lo hetero. Y digo yo, si tiene dudas, o que espere hasta que se decida o salte a los dos, pero aconsejar las cosas a medias es reproducir valores heterosexistas con buenos y malos. Y no, no paso por ahí
No hay comentarios:
Publicar un comentario