Simplificando, se denomina de esta manera, cuando una empresa hace trabajar a sus clientes (autoservicio sobre todo). Pero, si no lo hacen bien o con desgana, pues este desayuno se atraganta y hace que uno no quiera volver a probarlo.
Hoy he tenido gran ración del mismo.
Me he dspuesto a hacer un ingreso en La Caixa, en la oficina de la calle Easo en Donostia, cuando, las chicas apresuradas por querer cerrar y viendo la cola que había me han insistido en enseñarme a hacerlo por cajero. Les he dicho que sabía hacerlo (lo hago a menudo), pero que necesitaba que el ingreso estuviera efectivo ese mismo día. Me han jurado y perjurado que así sería. Pero a las 21:00 sigue sin estar
¿Sorpresa? La verdad es que poca ¿Cabreo? Todo el del mundo. Sobre todo conmigo, por haber confiado en dos personas que mostraban poca disposición al trabajo, y porque ahora tengo, por culpa de su incompetencia, una cuenta en número rojos de las que me cobrarán una comisión.
Evidentemente, la oficina del consumidor tomará cuenta de la reclamación, pero mi confianza en el banco ha caído sobre manera, y es más que probable que opte por otro. ¿Será igual? La verdad es que me pongo pesimista.
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