Un vez vi una película protagonizada por ese intento de actor que es Richard Guere (si me cuesta encontrarle la capacidad, no hablemos de su tractivo) que se llamaba Las dos caras de la verdad. Lejos de entrar a discusiones sobre la posible calidad de la cinta (sic) quiero detenerme en el título. Y es que es curioso, ¿no? La verdad tienes dos caras. Desde niños nos enseñan que las cosas son de una manera y no pueden ser de otra. Que falso. Nadie puede determinar cómo son los elementos que nos rodean. ¿Qué es el rojo? ¿Por qué es rojo? ¿Quién miente? ¿Qué es la mentira? ¿Tiene razón el gigante al reírse del enano? ¿Cuál de los dos es el monstruo?
De esta ralladura quiero sacar una conclusión: que no todo es lo que parece. Que las cosas pueden adoptar formas para otros diferentes a las que adoptan para nosotros y seguir siendo la misma dentro de su diferencia. Sí, es así. ¿O no?
Y dentro de esta relatividad me queda una duda ¿Qué es la amistad? ¿Cuándo se traiciona a un amigo?
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