A veces uno se para frente al mundo y se cuestiona todo. Hay quien lo hace una vez de en su vida. Hay quien lo hace una vez al año. hay quien lo hace una vez al mes. Hay quien lo hace de cuando cuando. hay quien lo hace todos los días. Y por último, hay quien escribe un blog.
martes, 31 de enero de 2006
Ellas de venus, y ellos en el paro
domingo, 29 de enero de 2006
El opio del pueblo
Esta tarde estaba tomando algo en un conocido centro comercial de la ciudad que posee una gigantesca televisión con cuatro pantallas en la que lo normal es que tengan conectada música o videoclips, pero hoy no, hoy era domingo, hoy tocaba fútbol. Y allí estaban todos, unidos, mirando embobados como unas personas corrían detrás de un balón con un objetivo que no modificaría la vida de los seguidores, al no ser que tuvieran la quiniela en marcha. El espectáculo me sugería que si esta noche el telediario anunciaba la ruina del Banco Central todos aquellos respiraría tranquilos siempre que aquello no significara que terminaba la liga.
Respeto a la gente que le gusta el deporte; yo mismo cuando puedo aprovecho para ejercitar mi cuerpo, como elemento anti estresante, pero de ahí a sentir ese fervor por lo que hacen otras personas, pues mira, que me parece que lo cambias por follar y publicar y no dista tanto de salsa rosa. Y mirad que en los ochenta el fútbol casi desaparece si no llega a ser que Canal plus lo revitalizó como si le hubiera echado una de esas capsulas para la calvicie. Joder. Y ahora que plastada. Y encima como no te guste es que no te gusta el deporte.
Pues miren señores, me gusta el deporte, practico deporte, pero en mi vida hay cosas más interesantes que hacer un domingo ( o el día en que coño se retransmite algo), y hay cosas más serias por las que preocuparse que porque un arbitro ha pitado algo (las catástrofes nacionales son otras para mí). Así que allá ellos, pero que dejen de jodernos y les pongan un canal especial y no nos estropeen la programación a los demás
jueves, 26 de enero de 2006
Demasiada miel para Winnie Poo
Bienvenido al lado oscuro
A me gusta ser malo, me gusta tener poder expresar esos pensamientos prohibidos que tenemos todos, me gusta dar rienda suelta a esa portera que llevamos en nuestro interior, y no porque me guste el Don Limpio. Y no me gusta que me censuren, sobre todo quienes no tienen razón. No soporto a esas personas que abanderan el equipo del buen gusto y de las formas con un cretinismo que asusta, que se creen que por haber tenido unos cuantos euros más en el bolsillo, o por haber ido a tal o cual sitio, pueden darme lecciones de educación. Lo siento, no cuela. No me merecéis respeto. La palabra educación está dentro de mi vocabulario y sale de mi corazón. Practicar el deporte del cotilleo no me convierte en un ser desalmado, así como si me lo convertiría el ser un ser tan encorsetado que critique a cualquier persona natural.
La vida no es maravillosa, aunque hay momentos en lo que así parece. Y ser malo no está mal; Hay que ser egoísta, hay que mirar por uno mismo y quererse, hacerse regalos, sentir que el decir que no a un favor no es directamente proporcional a quemarse en el infierno ese, que ahora, al parecer no existe. Aunque sin pasarse, tampoco hay que ser un hijo puta. Y quien no haya sido cabrón alguna vez en su vida, miente. Lo dice el título de aquel libro: Las chicas buenas van al cielo, las malas a todas partes- ¿A dónde quieres ir tú?
martes, 24 de enero de 2006
Oda a la Bruja Averías
Esta noche estrenan House en cuatro, sí ese nuevo canal que está intentando ofrecer contenidos alejados a la telebasura por la que tanto protestamos todos, y que como respuesta tiene unos índices de audiencia baja (no, si cada vez estoy más convencido de que la gente tiene lo que se merece). Una nueva serie con un pequeño toque de mala leche. Si la serie nos da lo que promete el anuncio House se va a incorporar al corazón (si es que tenemos) de todos aquellos que creemos que la ironía, la acidez y la mala hostia son los principios con los que se hacen las cosas. A todos aquello que creemos que una pastelada no es más que una manera vacía de llenar horas tan inútil como una película de Vandame (o como se escriba). Y no es que no me gusten las historias bonitas, pero siempre que estén bien hechas; quizás, y especialmente para los que me conozcan, siempre utilice el mismo recurso, pero un ejemplo de historia bonita sin excesos de azúcar son los cuentos de hadas con los que nos deleita la incombustible Isabel Coixet.
La televisión y el cine se están llenando de subproductos hechos con el sello de familiar, que lejos de significar que gusta a todo el mundo, resulta que no gusta a nadie. Programas como el que ha tenido Concha Velasco en la primera, No muy lejano a aquel que llego a perpetrar Ramón hasta en la sopa y más pesado que un elefante en brazos García, y que la providencia ha hecho que se quite. Otro ejemplo es Lo que inTeresa, subproducto de actualidad con una presentadora que no tiene ninguna ganas de retirarse elegantemente, antes de que las pocas personas que aún la consideran profesional, si es que alguien lo hace, dejen de creer en ella. Señora, que la parte que más se ve su programa esta compuesta por todos aquellos que queremos ver los Simpsom. Que dejen de jodernos con sus historias a medio gas y que series como Padre de familia, Queer as Folk, The L world, y más vayan a parrilla y en Prime Time. Que se programen películas infantiles como Shrek en la que los adultos no nos sentimos estúpidos (y de paso que retomen el formato de la bola de cristal). Que hagan una televisión de calidad. Y lo que es más importante: que la gente lo vea.
lunes, 23 de enero de 2006
Mi nene
domingo, 22 de enero de 2006
Music is the answer
sábado, 21 de enero de 2006
Confesiones desde mi celda
martes, 17 de enero de 2006
Bienvenidos a los hijos del Rock&roll
Aquí estoy, comenzando esta nueva aventura en la red. Poco a poco, aquellos que os acerqueis a esta página, me iréis conociendo. Para algunos seré fabuloso, para otrso un pedante. habrá quien me acuse de bruto, y quien no entienda mi ironía (la cual junto al sarcasmo se convierten en el elemento del que mayor composición tiene mi cuerpo). Pero lo cierto es que me da igual. Sí, así queda. No hago este blog para poder hacer amigos ni que la gente me alabe. No. Y quien diga que lohace por ese motivo miente.
Todos los que hacemos un blog es porque hemos visto Un día de furia, y no nos gustó. jeje. Bueno. Saludos y os espero pronto.