martes, 27 de abril de 2010

Memoria fresca


Quien me haya seguido un poco pensará que me he vuelto nostálgico, o incluso que ando con la depre. Y nada de eso, por lo menos de lo segundo. En estos momentos me encuentro en un momento de mi vida demasiado devorado por el presente, y a ratos por el futuro, cuando me atrevo a asomarme por la cortina, pese a que me da un pánico brutal, y por eso me estoy agarrando un poco al pasado, para que la corriente no me lleve y tenga un buen ancla a la cual asirme.

Pero no en plan mal ¿eh?

Simplemente me gusta recordar cómo empezó esto, y con esto me refiero a cómo empecé a tejer este presente erradicando unas teles viejas del pasado por unas nuevas, cómo empecé a pensar, cómo empecé a dar la lata, a quiénes dejé atrás, quiénes me dejaron atrás. En fin, todo eso.

Para ello voy a desempolvar unos artículos de opinión, los primeros que escribí cuando era secretario e Bost Axola, una pequeña traviesa que ya no está entre nosotros. Son unos pensamientos contextualizados por lo que vivíamos entonces, tampoco hace tanto, y que, en muchos casos, siguen siendo vigentes. Volviendo a leerlos me he dado cómo era yo y cómo no soy, qué es lo que ha cambiado y cómo, así como comprender de dónde vengo. Estos primeros escritos son, quizás, poco refinados, más llenos de impulsos juveniles que cualquier cosa que pueda escribir cinco años después, que menudos cinco años.

Para distinguirlos, todos los artículos llevarán la palabra memoria y la fecha de creación de los mismos.

1 comentario:

Yosu dijo...

Lo malo de tener memoria es que tarde o temprano uno acaba por utilizarla...
Principio de aplciación universal.
Para bien o para mal.