Ufffff……! Esperad un segundo que me recupero, y es que llevo todo el día pinchándome para ver si estoy soñando, y ya no saco ni sangre. Tras años en los que el neoliberalismo más radical, acompañando de voces como las de la presidenta de Madrid y su manía de cargarse todo lo que suene a social, ya sean logros como la sanidad o la educación universal, o ídolos, como son Mayo del 68 o el Ché (por más iconos Pop que sean hoy en día), tres noticias, tres, han irrumpido en la sociedad de golpe, demostrando que el pueblo, que la izquierda, siguen vivas, y no están en coma, sino que azotan a la derechona, que si bien sigue en su poltrona, ahora el cojín en el que se sentaba comienza a dejar que se noten los pinchos de la silla. Vayamos por parte.
- Grecia: Salvando las cortinas de humo sobre destrozos, lo que queda claro es que la juventud del país que inventó la democracia (y largó a la que ahora tenemos como señora del jefe de estado y que no se corta en insultarnos) están hartos de ver como la oligarquía han destrozado su bienintencionado invento corrompiéndolo desde sus defectos. Es cierto que ha tenido que morir a manos de la policía un joven de 16 años para que todo saltara por los aires, más que una gota de desborda el vaso, un chorretón amargo. Pero el caso es que lo ha logrado, y ahora piden que la izquierda europea esté con ella. Y algo ha empezado, pues las aulas de las universidades empiezan a estar llenas de alumnos que no critican que se renueve la educación superior, sino que no quieren que las universidades se conviertan en un supermercado de títulos y titulados (y de paso muera el espíritu crítico que nace en esa facultad)
- La movilización del profesorado y las APAs de los colegios públicos de la comunidad valenciana han conseguido dos objetivos: que se deje de lado, por el momento, la ignominia de dar educación para la ciudadanía en inglés (a alumnos que no la entienden), buena noticia por muy descafeinada que haya quedado la misma, y que el presidente se comprometa, ya veremos, a que afligirá la situación de escándalo en la que se encuentra le educación pública en barracones y sin una buena red de educación infantil. Y lo han conseguido ellos, en la calle.
- Hoy se ha suspendido, de momento también (y es que las alegrías nos duran poco) la normativa que pretendía flexibilizar el mercado laboral hasta las 65 horas, en un momento en el que se cuestiona, y mucho, que una persona pueda rendir 8 horas diarias. Los sindicatos, desaparecidos aquí casi desde los pactos de la Moncloa, han reaccionado y se ha tumbado la directiva. No me deja de lado, eso sí, el regusto de que tanta alegría no sea un forma de engatusarnos para metérnosla después.