La verdad es que me he quedado sin palabras ante el atropello de hormigas blancas. En principio a mí el programa me la suda, es decir, periodísticamente aporta una mierda, y no es más que un recopilatorio de hemeroteca, un corta y pega intencionado. Vamos, nada nuevo, porque así me sacaba yo en la universidad los trabajos de las asignaturas que no me interesaban. Y que de esa manera se entretengan repasando la vida de señoritas cuyo oficio es sacar su vida a relucir, pues mira, no vale para nada, ni bueno ni malo.
La cosa cambia cuando ante mi estupor veo que el programa de esta semana se le dedica a Bibiana. Y no es que me vaya a poner en plan, hay que respetarla y no sacar las cosas oculta de su pasado, porque si este programa algo no hace es sacar cosa nueva. Lo que me fastidia es el uso de la transexualidad como circo de feria. Esta chica lo pasó mal saliendo como era entonces, siendo ejemplo para muchos y muchas, y ahora no sé que interés tiene el volver a dar coba a eso, más en una época en la que se aprueban leyes que apoye a este colectivo tan infravalorado.
BASTA DE HACER CIRCO DE LA TRANSEXUALIDAD
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