Aquí vuelvo y con noticias. Aunque siga en el mismo hostal que la otra vez, ahora habito en otra habitación, gracias a las diligencias de una colombiana mas pija que un bote de Nutella diseñado por Moneo, y con ascendencia directa por la vía ideológica con Ana Botella. As’i que ahora comparto habitación con un francés y con un suizo (o alemán, que no me quedo nada claro). Visto el lado bueno, ahora practicare mas ingles, y además estoy en un cuarto infinitamente mas grande, con lo que si estiro una pierna no me doy con la pared.
El trabajo es otra historia, he rellenado unas aplicaciones para puestos que parece un resumen de mi vida. Horrible. La verdad es que estos ingleses están locos, y lo de las referencias ya no digamos. La pérfida Albión se torna en un castillo oscuro de cuyo interior mana una sustancia irreconocible que pocos pueden llegar a probar. Y si, la vida aquí es cara, cara como no os podéis imaginar, tanto como para que me extrañe yo, una persona que conoce el valor de un piso en Miraconcha.
Pero sobrevivo, o por lo menos así lo hago hasta ahora. El 27 me mudo a mi casita el Willesden Green y empezaré a trastear en la sección del gumtree de gente que regala cosas. A ver si con un poco de suerte vuelven a regalar una tele con DVD. SI es que hasta en eso las cosas son diferentes.
Por cierto, para todos aquellos a los que no haya podido escribir, no se me apuren, que poco a poco iré teniendo tiempo para ello. Conversare con cada uno de ustedes sin más demora que la imprescindible.
Y que conste que si estoy de tan buen humor es porque ayer localice los Simpson y pude ver el fabuloso episodio de Proletario y Parásito en ingles.
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